La principal temporada de caza se ha abierto el lunes 12 de octubre para los 40.000 cazadores federados de la Comunidad Valenciana. La caza menor sigue siendo la más practicada, pero destaca el creciente interés de los valencianos por la caza mayor ante la abundancia de especies como el jabalí y el arruí, debido entre otros factores a la proliferación de masa forestal y a la ausencia de predadores.
Los cazadores de la Comunitat Valenciana esperan la apertura de la temporada como agua de mayo. De hecho, llevan todo el año trabajando para este momento. Limpieza de los montes, desbroce, cuidado de los cotos, alimentación de los animales con la instalación de comedores y bebederos, recuperación de cultivos abandonados… Cada club dedica una media de 50 horas semanales a rellenar comederos, bebederos y balsas. Es más, acuden unas tres veces por semana a la zona acotada de caza.
Labor medioambiental
«Los cazadores realizan una labor medioambiental que pasa desapercibida, pero es fundamental. Cuidan y limpian los montes y actúan sobre el medio para que se desarrollen las especies de forma que no generen plagas ni daños a los cultivos. O puedan sobrevivir en el caso de zonas arrasadas por incendios o cultivos abandonados. El cazador se pasa dos meses al año practicando el deporte y diez meses gestionándolo. Es una afición muy regulada y controlada que ayuda al hábitat, a regular las especies y a la prevención de incendios. Y con todo, y a pesar de la gran afición que existe en la Comunitat Valenciana, sigue siendo la gran desconocida», explica el presidente de la Federación de Caza, Vicente Seguí. Y es que a los cazadores, los dos meses de la temporada de caza les sabe a poco.
Los datos hablan por sí solos. La mitad de los clubes federados (120 de un total de 228) efectuaron tareas de desbroce en 280 hectáreas de monte y recuperaron otras 305 hectáreas de cultivos para la fauna silvestre. Es más, el año pasado se sembraron 10.830 hectáreas de monte, 1.300 en Valencia y 9.530 en Alicante. Pero ahí no acaba la cosa. Constituyeron 1.103 bebederos (620 en Valencia y 483 en Alicante) y 275 balsas de agua, con las que se riega el monte y se provee bebida a los animales, de las cuales 140 se construyeron en la provincia de Valencia y otras 135 en la de Alicante. Además repartieron 405.000 kilos de comida a las especies de fauna (118.000 en Valencia y 287.000 en Alicante) y construyeron 1.190 comederos, situados en zonas estratégicas previamente evaluadas, 570 en Valencia y 620 en Alicante. Todo ello, pagado de su bolsillo ya que los clubes subsisten con las cuotas de sus socios.
Tras tanto esfuerzo y dedicación ahora llega su momento. Sin embargo, lamentan que los valores que transmite una afición «que se vive en familia» pasen desapercibidos.
La Orden anual de vedas limita los periodos, especies o modalidades de caza contempladas en los diferentes instrumentos de planificación cinegética, especialmente en las zonas comunes. En el caso de otros espacios cinegéticos, como los cotos deportivos y zonas de caza controlada, la actividad se regula de acuerdo a las resoluciones aprobatorias de los planes técnicos de ordenacióncinegética, pudiendo adoptar medidas incluidas en esta Orden que supongan una mayor protección de los recursos cinegéticos y faunísticos.
Las especies que marca la Generalitat como susceptibles de aprovechamiento, durante la temporada anual son 36 de caza menor, de las cuales 16 son aves acuáticas, y siete especies de caza mayor. La caza con armas en las zonas comunes de la Comunidad Valenciana está limitada a un único periodo no superior a ocho semanas.
Hasta el 6 de diciembre se podrá practicar en las zonas comunes los sábados, domingos y festivos la caza menor en mano o al salto, la caza con escopeta en puestos fijos y la caza en ganchos para el jabalí y el zorro. Asimismo, hasta el día de Navidad se podrán emplear galgos para cazar conejos sin armas los jueves, sábados, domingos y días festivos. Esta modalidad estaba permitida desde el pasado 19 de julio con otros perros de caza, excepto los de presa. La veda se abre igualmente para la caza con arco los jueves, sábados, domingos y festivos hasta el 6 de diciembre.
CETRERÍA
La cetrería se podrá practicar cada día hasta el 8 de febrero y el entrenamiento de aves de cetrería se extiende hasta el 29 de febrero, y fuera de estos periodos con señuelosartificiales. La caza de aves acuáticas igualmente estará permitida desde el 12 de octubre pero hasta el segundo domingo de febrero de 2016, excepto para los cotos del parque natural de la Albufera, en donde finalizará el próximo 7 de febrero. La modalidad deperdiz con reclamo se podrá ejercer hasta el último día de febrero.
Ante el inicio de la apertura de la veda general, el presidente de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, Vicente Seguí, anima a los cazadores a disfrutar de la temporada y de la naturaleza: “Los cazadores estamos todo el año en el monte, gestionándolo. A todos los compañeros, como siempre, les indicamos que extremen las medidas de seguridad y que sigan disfrutando de las riquezas de la naturaleza a cuyo cuidado tanto contribuyen”.
En la Comunidad Valenciana, la caza menor es la más practicada con diferencia. Sin embargo, dada la proliferación sobre todo de jabalíes, cada vez son más los valencianos que se animan a la caza mayor en sus jornadas cinegéticas. Raimon Vila, presidente del Club de Caza de la localidad valenciana de Vallada y experto en caza menor, afirma que los cazadores la prefieren “por gustos personales y por una mayor cantidad de lasespecies debido a las condiciones climatológicas y del terreno, que favorecen a estos animales”. Vila añade que en su club hay 100 asociados, de los cuales entre 10 y 12 practican caza mayor.
Por su parte, Francisco Garijo, presidente del Club de Caza y Tiro de Utiel, en Valencia, y gran conocedor de la caza mayor, explica que el jabalí es el rey, pero hay otras especies como el ciervo, el muflón, el corzo y, últimamente, el arruí.
Según fuentes pertenecientes a la Federacion de Caza de la Comunidad Valenciana, las modalidades más practicadas en Alicante son todas las relacionadas con la caza menor, destacando la perdiz con reclamo, que llega a arrastrar a miles de personas. En Castellón, es mayoritaria la caza de tordo, perdiz y jabalí, mientras que en la provincia de Valencia los cazadores se decantan por la menor al salto de perdiz, conejo y liebre; caza del conejo con podencos; caza del jabalí en espera; al tordo en puesto fijo y al jabalí en ganchos y batidas